El mecánico fue uno de los filmes de suspenso y acción más destacados de la década del
´70.
Una película distinta, que hoy es recordada por ser un ejemplo perfecto del estilo del
cine que se hacía en aquellos años.
Esta fue una de las grandes producciones que brindaron uno de los mejores equipos que
hubo en el género de acción, como el que formaron Charles Bronson con el director
Michael Winner.
Además de realizar clásicos como Chato, el apache (1972), América Violenta (1973) y
los primeros tres episodios de la saga del Vengador Anónimo (1972-1985), ellos fueron
responsables de El mecánico.
Esta historia es celebrada por la secuencia inicial, donde se presentaba al personaje
principal, en la que el director lograba mantener la tensión durante los primeros 16
minutos sin diálogos.
Sumado a grandes escenas de acción, como una excelente persecución en moto, la
actuación de Bronson y Jan Michael Vicent, (recordado actor de la serie Airwolf), más
un final inesperado, El mecánico se convirtió en uno de los filmes más elogiados por la
prensa en 1972.
La nueva versión que llega a los cines esta semana con Jason Statham presenta un
enfoque diferente, pese a que mantiene la misma premisa argumental.
El director Simon West (Con Air) tomó la historia de Michael Winner pero la encaró
exclusivamente por el género de acción, a través de una producción donde los tiros y las
persecuciones son constantes durante los 88 minutos que dura el film.
West mantiene todo el tiempo en movimiento a los personajes de la primera a la última
escena.
Statham interpreta la clase de anti héroe que estamos acostumbrados a ver en sus
trabajos, pero quien realmente brinda una muy buena actuación es Ben Foster (30 Días
de Noche), uno de los actores jóvenes más subestimados que existen en Hollywood.
Por supuesto el film original, es imposible de superar por el simple hecho que la
protagonizó Bronson, pero esta nueva versión por lo menos presentó un film decente
de acción, que quienes no vieron la película de 1972, la pueden disfrutar si buscan
entretenerse un rato con una historia de asesinos a sueldo.