Acción pochoclera
The Mechanic es una película de acción dirigida por Simon West, responsable también de otras cintas al estilo como Tomb Raider (Angelina Jolie) y Con Air (Nicolas Cage). En esta ocasión cuenta la historia de un asesino profesional llamado Arthur (Jason Statham), que luego de la muerte de su mentor Harry McKenna (Donald Sutherland), decide comenzar a entrenar al hijo del difunto, Steve McKenna (Ben Foster) para que aprenda los trucos del oficio más frío y calculador del mundo, algo que no le caerá muy bien a sus superiores y que pondrá la vida de ambos en peligro.
El film es una remake de la original The Mechanic rodada en 1972 con Charles Bronson como su protagonista y Michael Winner en su dirección.
Para comenzar debo decir que el pastiche que se muestra en The Mechanic extrañamente funciona, exhibiendo una especie de James Bond más duro que el original, con la elegancia para matar de un verdadero 007, pero con mucho menos respeto por la vida, mas frío y un aspecto mucho más urbano. En lo personal, creo que es una versión que supera a la original, que es mucho más lenta y aburrida, aunque es inevitable encontrar algunas escenas descerebradas, comunes en los films de Simon West. También tiene mucho del Transportador, trilogía grotesca de acción que se enfoca en lucir al machote Statham y mostrar mucha acción con situaciones exageradas, aunque en este caso se ha pulido un poco más la cuestión de los personajes y la historia es mejor, lo que no quiere decir que esta sea buenísima, porque de hecho es medio tonta. Pero como siempre digo, hay que ponerse a pensar 2 minutos que vamos a buscar cuando vemos una gráfica con Statham colgado de un cable disparando, o cuando vemos un trailer impactante con muchas explosiones y pocos diálogos... la respuesta es acción desmesurada, relajar la mente viendo chorros de sangre salir de algún cuerpo y muchas balas volando por la pantalla, y en este sentido la película cumple totalmente con su objetivo, por lo que se configura como una buena cinta de acción, no es la mejor, ni la peor, pero si le hará pasar un momento entretenido al espectador que busca despejar la cabeza y no pensar en nada. El que está buscando una historia original, que lo ponga a reflexionar o lo emocione, que vaya a ver El Discurso del Rey. Aunque The Mechanic no le aporta nada nuevo ni al cine, ni al público, se convierte en un placer pecaminoso necesario para escapar de los dramas que ya nos da la vida real, y ponernos en la piel de un asesino frío e invencible que no dudaría en matar a nuestro jefe de la oficina o al pibito ese que no me banco porque tiene cara de gil.