Tras su paso por la Competencia de Derechos Humanos del BAFICI 2017, se estrena este documental que recupera y exalta la figura de Robert Cox, mítico periodista del Buenos Aires Herald.
Por su estructura elemental (testimonios a cámara mechados con imágenes de archivo), por su sentido excesivamente didáctico, por su musicalización torpe y subrayada, y por su exploración algo básica y superficial de la historia argentina de los años '70 podría decirse que este primer largometraje documental del australiano Jayson McNamara no es demasiado trascendente. Sin embargo, hay una zona que resulta interesante y por momentos incluso conmovedora que tiene que ver con la figura del mítico Robert Cox y la redacción del Buenos Aires Herald, ese pequeño diario pensado para la comunidad inglesa que se convirtió en bastión informativo y fuente de contención, protección y difusión para miles de personas cuyas vidas (o las de sus familiares) corrían peligro en aquellos tiempos nefatos.
Vemos a la figura humilde y al mismo tiempo íntegra de Cox -una suerte de cruzado solitario que emprendió una desigual lucha cuando nadie se animaba a abrir la boca- en registros de hace cuatro décadas y otros de ahora, apreciamos su participación en el juicio a las Juntas, su relación cercana con las Madres y la intimidad de su familia, con la que debió partir cuando las amenazas llegaron hasta a sus hijos. Por eso, por la admiración que le siguen profesando sus viejos compañeros (desde Andrew Graham-Yooll hasta Uki Goñi), por la entereza, dignidad, nobleza y coherencia personal y profesional de su protagonista, El mensajero es un film recomendable en general e indispensable para periodistas en particular.