La lista Cox
Jayson McNamara es un periodista australiano que en 2013 vino al país para trabajar en el recientemente desaparecido Buenos Aires Herald, el único diario editado en Argentina que denunció las atrocidades de la dictadura cívico militar. Detrás de eso se encontraba Robert Cox, un inglés que como McNamara también vino para trabajar en el mismo diario pero en 1959. El mensajero (Messenger on a White Horse, 2017) es la historia de un hombre que se jugó por la verdad más allá de las consecuencias.
Robert Cox comenzó a dirigir el Buenos Aires Herald en 1969 y siempre tuvo una postura de oposición a la izquierda armada. Fue uno de los tantos que creyó que el Golpe Cívico Militar del 76 era la única alternativa para sacar al país de la violencia generalizada en la que se encontraba inmerso, y desde las páginas del diario así lo expresaba. Pero poco a poco empezó a descubrir otra verdad, de la que no se hablaba y que todos los medios locales ocultaban. Fue así que desde el Buenos Aires Herald se empezaron a publicar listas de personas desaparecidas, se informaba sobre secuestros ilegales y fue el propio Cox el que fue a las rondas de los jueves de las Madres de Plaza de Mayo para dar crónica de lo que estaba sucediendo.
En El mensajero, a través de un archivo audiovisual en gran parte inédito, McNamara reconstruye el accionar de Cox durante el proceso militar y su relación tanto con el poder político como con las organizaciones de Derechos Humanos, pero también su trabajo como colaborador del Washington Post, el New York Times y la BBC de Londres, sus encuentros con los familiares de desaparecidos que llegaban al diario para ser escuchados, e incluso el momento de su detención ante la publicación de la cobertura de una conferencia de prensa que Firmenich brindó en Roma. Algo que estaba prohibido y que fue la excusa perfecta para ponerlo sobre aviso de lo que podía sucederle si seguía denunciando violaciones a los Derechos Humanos.
McNamara focaliza en la historia de Cox para ir ensamblando las piezas de un rompecabezas a partir de entrevistas con familiares de desaparecidos y víctimas que -gracias a las publicaciones del Herald- salvaron sus vidas y así dar forma a una fiel crónica periodística documental sobre el terror que inundó la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX. Pero fundamentalmente recuperando la figura de alguien que hizo del periodismo una profesión con mayúsculas más allá de sus contradicciones.