Hay quienes prefieren combinar lo salado con lo dulce. Otros, no. El menú, cuyo elenco encabezan Ralph Fiennes y Anya Taylor-Joy, combina la risa y drama, o habría que decir el terror. ¿Es un thriller? A veces es difícil definir los sabores que llegan a nuestro paladar.
Porque en definitiva El menú es una película de terror, pero aromatizada con fina comedia, para que a quienes no les caen bien los sabores del terror, bueno, puedan digerirlo.
El menú del título se refiere a un evento gastronómico exclusivo. Serán doce los comensales, y el cubierto es salado: 1.250 dólares por cabeza. Así que quienes lleguen hasta Hawthorn, en una la isla privada invitados por el chef Slowik (Ralph Fiennes), quien les servirá una elaborada cena de varios platos, serán evidentemente gente de dinero. Algún actor caído en desgracia (John Leguizamo), una pareja que ya es habitué en esas comilonas, un trío de nuevos ricos.
También, algún snob, como Tyler (Nicholas Hault), que viene acompañado -a último momento- por Margo (Anya Taylor-Joy), más una crítica culinaria (Janet McTeer, de Ozark) que en su miento descubrió a Slowik, entre otros invitados.
Por algún motivo, se intuye, están allí invitados esos 12 comensales (11, sacando a Margo). Todos están exultantes -menos Margo- por probar la "experiencia". Por algún motivo, se intuye, están allí invitados esos 12 comensales (11, sacando a Margo). Todos están exultantes -menos Margo- por probar la "experiencia".
Pero no deben comer, enfatiza el chef, sino saborear. Lo que vale es disfrutar la experiencia. Cada presentación de un plato nuevo tendrá toda una teatralidad. Pero está Margo. Y Slowik no la esperaba entre sus comensales. Su presencia irrita al pretencioso chef, y sus comentarios sobre lo que ve y degusta -incluye un plato de pan… sin pan-, tampoco le agradan.
Del director de "Succession"
El director de Succession, Mark Mylod, tiene destreza previa en la comedia de televisión, antes de dirigir episodios de Game Of Thrones y la mencionada serie de HBO. Así que tomar a personajes ricos y desmenuzarlos no es nuevo para él.
No hay mucho salvajismo en pantalla, porque el director prefiere crear climas y no imágenes que grafiquen el horror (bueno, hay alguna que otra que sí).
Además de Fiennes y Taylor-Joy, se destaca Hong Chau (que está también muy bien en The Whale, junto a Brandan Fraser), que es la asistente principal del chef entre la cocina abierta y donde se sirve la comida.
El menú convence más en su primera hora, cuando aún resta develar algún que otro secreto y varias vueltas de cocción. Porque en el acto final, mucho de lo bueno que venía construyéndose dentro de ese ámbito chic con vista al mar a través de ventanales blindados, se desarma. Como esas tortas que levantan y luego se desinflan.
Si la venganza es un plato que se sirve frío, aquí, bueno, la cosa está un poco más caldeada, pero sintetizando no deja de estar en su punto justo. Bien hecho, como se dice cuando se pide un bife.