El Termómetro de la felicidad
Daniel Burman estrena su nueva peli, ya con los tópicos y canones usuales de la industria: cosas cotidianas, toques de humor y sobre todo: un diseño de cine comercial bien argentino con actor que es eje de atracción -El público va al cine a ver "Una de Francella", como añares lo hacia con una de Sandrini o una de Palito-, pero eso no está mal, es algo normal en el cine.
Cuando su socio y amigo de años, abandona el negocio, desaparece sin dejar rastros y hasta se aleja para siempre de su esposa, Santiago (Guillermo Francella) intentará conocer el porqué, en tanto su mujer cree entender al "ausente" como lo llama. En su búsqueda llegarán a un suerte de investigador retirado que solo se dedica a saborear platos típicos de la cocina armenia (Estupendo y genial Alejandro Awada)quién les plateará el tema de "Que los hace felices..??", con algunas miradas opuestas entre la mujer -también en un punto insatisfecha- y el protagonista, irán dilucidando un panorama de conformismos y a la vez replanteos. Pero el filme no va más a allá de eso, es decir no estamos ante un bodrio, pero tampoco hay aquí una historia que sorprenda mucho, el espectador sutilmente adivinará parte del entramado final. Eso si, es superable a muchísimas comedias románticas que uno ve estrenarse durante el año y de origen extranjero.
El regreso a la actuación de Inés Estévez es significativo, bienvenido, es una actriz de las buenas, y juega su rol con total soltura meritoria, en cuanto a Burman-director en el pasado pudo mostrar historias más marcadas y profundas.