Si hay un director que todo el mundo sabe que es bueno, pero aun no logra calar hondo en el corazón de Hollywood, es Edgar Wright. Todo cinéfilo que se precie conoce (y suponemos que ama) su Trilogía del Cornetto, y sabe el inconveniente que tuvo con Marvel Studios en la previa a Ant-Man. Por cosas así, y porque iba a trabajar con una de las actrices más de moda actuales, es que muchos teníamos El misterio de Soho (nombre original, Last Night in Soho, sin comentarios…) en el radar desde el momento de su anuncio. Veamos qué tal la película una vez vista.
La trama gira en torno a Eloise, una entusiasta fanática de la moda, que se muda del campo a Londres para estudiar su sueño. Una vez en el lugar, y viendo lo insoportables que son sus compañeras de cuarto, decide mudarse a una habitación cercana al barrio de Soho. Lo que no sabía Eloise era de los oscuros secretos que se escondían en su nuevo hogar.
Antes que nada, les suplicamos que, si no vieron nada de la película, no vean los trailers, porque sobre todo el segundo, es de esos que spoilea todos los giros del film. Y si encima esos giros, no son demasiado sorpresivos, mal vamos.
Esta vez vamos a comenzar hablando de lo malo; y es el punto que mencionamos más arriba, el de los giros. En las casi dos horas de metraje, se nos plantean un par de interrogantes sobre determinados personajes; y sus verdaderas identidades. Por desgracia para quienes ya llevan años viendo películas, y, sobre todo, la de fantasmas justicieros, a la hora de que se nos muestre la verdad, muchos van a revolear los ojos al cielo porque estas “verdades” se ven venir desde varios minutos antes que sucedan.
Ahora, dicho esto, poco más tenemos para criticar a El misterio de Soho. Porque dentro de lo bueno, podemos mencionar varias cosas, como, por ejemplo, las actuaciones de la dupla principal.
Las dos actrices principales, Thomasin McKenzie y Anya Taylor-Joy (quien es más secundaria que protagonista) se cargan la película a sus espaldas sin ningún problema. McKenzie es quien más tiene con qué jugar, ya que su personaje pasa por varias emociones que van desde la felicidad, tristeza, miedo y hasta locura; demostrando que aquella niña que vimos en Jojo´s Rabbit tiene bastante potencial para grandes proyectos a futuro. Mientras que Anya sigue con su paso firme; quizás muchos esperen más de ella en este film, pero eso es culpa de una dudosa campaña de marketing (que incluye los dichosos trailers) que por su actuación.
Para ir finalizando, decir también que la dirección de Edgar Wright es uno de los puntos más altos de la película. Si bien en esta ocasión sus cortes abruptos en la edición no están tan presentes, el cómo juega con los reflejos en las partes oníricas, así como también la utilización de las luces de neón, da al film un salto de calidad que muy pocos directores pueden atribuirse en este año.
En conclusión, El misterio de Soho es una buena película, pero que no logra superar las expectativas que muchos teníamos para con ella. Con una buena dirección y sólidas actuaciones, son las enormes lagunas de guión lo que le termina bajando puntos a la película. Una lástima.