Escrita y dirigida por Agustín Toscano, la película participó en la sección Quincena de Realizadores de la 71° edición del Festival de Cannes, y expone temas actuales: la violencia cotidiana, la crisis social y un hecho delictivo que deviene en una relación que se teje entre el victimario y su víctima.
El Motoarrebatador se sitúa en la ciudad de San Miguel de Tucumán, cuando dos motochorros esperan a una mujer a la salida de una cajero para robarle la cartera. Como la víctima no la suelta, la arrastran salvajemente y la dejan inconsciente en la calle. Sin embargo, Miguel -Sergio Prina- el conductor de la moto se interesará por Elena -Liliana Juárez-, la víctima que ha perdido la memoria y que está internada en un hospital público.
Este es el punto de partida de la segunda película de Toscano que aborda la marginalidad desde un costado humano y expone el destino de los personajes que se debaten entre secretos y contradicciones. Sin una postura moral que los juzgue, la propuesta narra dos vidas opuestas que se unen en una amistad poco probable a través de una historia lograda y bien actuada que alcanza momentos dramáticos -como el salvaje robo del comienzo- y con algunos toques de humor.
En el transcurso del filme, Miguel pasa del rol de victimario a ser el "inquilino" de Elena, un hombre desesperado que roba para poder mantener a su hijo de once años, haciéndose pasar por un familiar de Elena, quien necesita cuidados, atención y se abre a una relación en medio de la profunda crisis social que azota Tucumán mientras Miguel intenta con su accionar lavar su culpa.