Nuestro país antes de que tuviéramos constitución, la población desbastada por la peste, las luchas de bandas sin ley, los ataques de los pueblos originarios. En ese mundo un supuesto iluminado, un hombre culto con un lenguaje que va de lo alambicado a lo pedestre, con resonancias muy contemporáneas quiere conseguir a la fuerza que lo sigan para formar un movimiento salvador. Una mirada inteligente y polémica de Benjamin Naishtat.