Intentar descifrar alguna señal en el juego de tablero más antiguo del mundo es absurdo. ¿Es posible, que esa señal esté en nuestras manos?
"La vida humana es parecida a los dados; si no sale lo que necesitamos hará falta que el arte corrija lo que la suerte nos envió". Terencio
Esta es la historia de Alex/Sascha un joven búlgaro, que ha emigrado a Alemania de niño por razones políticas. Acaba de tener un accidente en auto, sus padres mueren, y él queda internado en un hospital, con una amnesia retroactiva.
Su abuelo Bai Dan llega de Bulgaria y organiza un viaje espiritual para sacarlo de ese estado, con la decisión de ayudarlo a recobrar su identidad. La propuesta es un viaje de iniciación en un tándem, que no sólo lo transportará a su lugar de origen, sino que a medida que va recobrando la memoria y con ella su pasado, lo hará reecontrarse de a poco consigo mismo.
En ese recorrido por el tiempo y el espacio, donde cruzan medio Europa juegan todo el tiempo al backgammon. Dicha práctica, que simboliza su historia y la de su familia lo hará finalmente aceptar, que el destino es el dado que tenemos en nuestras manos, y la vida es un juego a medio camino entre la suerte y la habilidad. El backgammon oficia también como metáfora de la propia vida, un simple juego de azar, que no siempre es tal cosa sino que, de vez en cuando, también se presta a situaciones inverosímiles o a milagros divinos.
Seleccionada por Bulgaria para representar al país en los Oscar 2010 en la categoría de film de habla no inglesa, "The World is Big and Salvation Lurks around the Corner", esta adaptación de la novela homónima de Ilija Trojanow comienza con una voz en off, donde por momentos, parece que el relato iniciado a partir de su nacimiento como una chispeante saga familiar, va a ser un retrato de una infancia diferente, disfuncional, quizá más basado en sensaciones, que en hechos puntuales.
Pero pronto esa impresión se anula y nos subimos a una suerte de road movie, que alterna drama y comedia, pasado y presente, a partir de la cual, vamos descubriendo la vida de Sascha y la huída de la familia de Bulgaria a Italia, en pleno período estanilista. No obstante la sorpresa es que de pronto, esa cruda descripción de la realidad, se convierte en un relato fantástico. Donde las reglas del juego (del cual Dai Ban es el rey en su pueblo) son las del backgammon. Y esa es la verdadera ruta a seguir.
Nada es imprevisible en la historia, no obstante Komandarev se las arregla, para que la misma no se venga abajo durante las casi dos horas de duración.
Esta fábula vital a modo de drama intimista y emotivo, muestra al siempre genial Miki Manojlovic ( Underground - Gato Negro, Gato Blanco – La Otra América) y más recientemente en el 25º Festival de Mar del Plata en Entre Nosotros / Just Between Us / Neka ostame medju nama Us de Rajko Grlic, una coproducción de Croacia- Servia y Eslovenia. El personaje del nieto (que en la novela es el sobrino) es Carlo Ljubek, a quien tanto la mirada, como la abundancia de planos fijos favorecen felizmente su actuación. Ambos conforman una dupla de carácter épico, donde deben seguir unidos, para poder salir adelante y darle curso al happy end.
Si bien el film está dirigido con solvencia. Es una pena, que no le deje nada librado a la imaginación del espectador. No obstante tiene afortunadamente muchos más aciertos que errores.
Vivimos en un mundo al parecer saturado de dificultades donde, dados los avances tecnológicos, la comunicación tendría que ser casi perfecta. Lo cierto es muchas veces quedamos bollando en la superficie, solos, sin atrevernos a bucear un poco, para saber cómo “debemos vivir nuestras vidas”.
Los que piensan encontrar en este film un buceo complejo, encuentros inesperados, una compleja psicología de los personajes y mucho trabajo como espectadores para descifrar la historia, están en el camino equivocado. La filosofía a la que adhiere “El mundo es grande..” es a la del juego más antiguo de la historia, el backgammon, típico de la zona de los Balcanes, donde se suma al viaje como elemento histórico de catarsis y cambio.
Stephan Komandarev, ha tratado de llevar a la pantalla una historia sencilla, que habla de superar los obstáculos con humor y “donde absolutamente todo es posible”, hasta encontrar un autito escondido casi 20 años atrás detrás de una piedra.
¿Y por qué no? Si absolutamente todos los libros más vendidos de autoayuda están centrados en esa posibilidad, como “el secreto” para conseguir todo lo que deseamos, basta con desearlo y desde ya… ¡imaginarlo e imaginarse!
El libro
Por su parte, Ilija Trojanow, su guionista publicó en 1966 su primera novela, con grandes rasgos autobiográficos, Die Welt ist groß und Rettung lauert überall (Hanser, 1996; en 1998 se publicó la traducción española con el título de El mundo es grande y la salvación acecha por todas partes). A esta la siguieron otras novelas de viajes, como Hundezeiten (Hanser, 1999), An den inneren Ufern Indiens (Hanser, 2003) y Zu den heiligen Quellen des Islam (Malik, 2004). Autor de El coleccionista de mundos -recientemente traducido al español y publicada por Tusquets-, libro que ha vendido ya más de cuatrocientos mil ejemplares en Alemania desde que fue elegido como la mejor novela del 2006, y galardonada con el premio de la Feria del Libro de Leipzig. Siete años necesitó para escribir la biografía novelada de Sir Richard Burton, famoso explorador inglés del siglo XIX, narrada desde diferentes puntos de vista, también por el africano que guía la expedición. Una acrobacia de la mirada y un desafío del lenguaje, posible para alguien como Trojanow, que habla cinco idiomas, y cuya infancia y juventud transcurrió en Kenia e India. Y a quien se lo considera un narrador contemporáneo en lengua alemana con un gran gusto por la fabulación, y que como pocos han abordado con un espíritu tan lúdico y original los grandes acontecimientos de la historia europea más reciente.
Existe por lo tanto una pasión y una experiencia vital en esta temática por parte de su guionista: ”Para mí lo más importante no es el viaje desde casa al extranjero, y luego el retorno, sino la experiencia de ser extranjero en tu propio país, desde el punto de vista lingüístico…” A lo cual agregaría, extranjero, en el modo de percibir y vivir el mundo.
Bai Dan realiza con su nieto un viaje de retorno a sus orígenes, por eso alude a un itinerario mítico, como es la Ruta de la Seda, aunque esta no sea la ruta abordada por ambos.
Podría ser una justificación pensar en que Stephan Komandarev ha respetado en su adaptación el espíritu del texto literario, lo cual no ha sido una elección muy feliz. Sería algo así como en la Argentina respetar en una adaptación El vestido rosa de César Aira. O la obra de Angélica Gorodischer, como lo hizo acertadamente María Victoria Menis en la Cámara Oscura. Argentina/ Francia ,2008.
Cargado de las mejores intenciones y acompañado de una maravillosa fotografía, que invita a viajar “El mundo es grande y la salvación esta a la vuelta de la esquina” es un film de perfecto entertiment, que no casualmente lleva acumulado varios premios del público. ¡Vamos por eso!