“El Nombrador” de Silvia Majul. Crítica.
Un homenaje imprescindible y más que merecido a un símbolo de la música en Argentina.
Film documental sobre la vida de Daniel Toro, uno de los cantautores de folclore más importantes de Argentina, que mantiene viva su voz en el pueblo a lo largo del país, por medio de su obra y a través de otras voces.
Narrado por su hija Daniela, quién durante un viaje al encuentro con su padre repasa sucesos, canciones y momentos conmovedores, así también como los años oscuros de la dictadura, la censura y las intervenciones quirúrgicas de garganta que debió padecer y que fueron disminuyendo su voz, pero que jamás pudieron ni podrán apagarla.
El documental se desarrolla mediante imágenes de archivo en donde se muestra a la ciudad de Cosquín, tierra donde dio sus primeros pasos con la guitarra dando inicio a su carrera, como también entrevistas y testimonios, en las cuales Daniela oficia de interlocutora entre el espectador y los artistas admiradores, que se ven influenciados por su música, como Abel Pintos, Víctor Heredia y Diego Torres, así también como su amigo Mario Arce y los hijos de Daniel quienes interpretan sus canciones heredando el legado, de la misma manera que lo hace Ricardo Mollo en un momento sublime del film.
La realizadora ordena la historia en fragmentos, citados: “fuego” “agua” “viento” y “tierra” como si quisiera establecer de esta manera una traducción a esas múltiples interrelaciones que se establecen entre la naturaleza y la cultura. Además titula el film del icono del folclore argentino como el nombre de su primer disco, aquella joya lanzada en 1967 que ha viajado por distintas generaciones al igual que se expone el documental, repasando esas canciones que expresan una época, pero que sin embargo no se apagan con el irremediable paso del tiempo, sino que por el contrario se hacen cada vez más fuertes.