Mucho se ha dicho y se hace en nombre del suspenso, se ha intentado en todos los idiomas, en todos los géneros, muchos realizadores le han dado distintos enfoques, incluso intentaron desde el punto de vista del encuadre, talvez lo sigan intentando y con nuevas técnicas, ayudados por los avances tecnológicos como 3D, IMAX etc. Lo cierto es que el suspenso es un conjunto de hecho que generan ese fenómeno en la historia contada, en la que el principal responsable es el director, y se genera a partir del clima que se crea dentro del set, donde todo se conjuga, empezando por la trama, el encuadre, la música, los actores, la dirección de arte , la fotografía, y todos lo rubros técnicos trabajando en conjunto.
Todo ello influye y el resultado final de una producción aceptable, y el espectador sale de la sala con la sensación de haber participado en la película, por la opresión que le genera la proyección, por estar todo el tiempo sintiendo que algo esta por pasar.
Este es el caso de “El Americano”, una realización del holandés Anton Corbijn, fotografo famoso y director de videos musicales. Dirige en este caso a Geoge Clooney en el personaje protagónico de un asesino que se integra a la apacible vida rural de un pueblo Italiano, justo antes de ejecutar el último encargo.
El resultado final es aceptable. Cuenta con un guión delineado que deja a muchos personajes descolocados y/o olvidados en relación con el cierre de su importancia en la historia. Lo que no impidió que en los EE.UU ser ubicara como una de los estrenos más taquilleras en el fin de semana de su estreno con un total $ 14 millones de dólares, debido, fundamentalmente, a que Clooney tiene una audiencia femenina cautiva y se a involucrado en proyectos que finalmente de fueron muy exitosos, involucrándose también como productor de muchos de esos proyectos, lo que le genera muy buenas ganancias, lo cual le permite seguir produciendo