La condena del pasado.
La trama de “El ocaso de un asesino” es atractiva aunque no original. Un sicario de alto rango se harta de su trabajo. Pero era previsible que a alguien con tantos secretos no le dejaran tanta libertad de acción. El asesino, interpretado por George Clooney, que hasta la mitad del filme ni siquiera tiene nombre, es enviado por su jefe a un pequeño pueblo de los Abruzzos con la orden de no llamar la atención. Imposible. En poco tiempo todos saben que es “l’americano”, además comienza una relación con una prostituta y con un sacerdote que también guarda sus secretos. El eje del filme pasa por el intento de redención del asesino, su culpa y su sensibilidad (se interesa en la vida de las mariposas). La película tenía todo para profundizar en esas aristas, pero pierde fuerza al darle prioridad al drama y al romance sobre el costado sicológico.