El ojo del tiburón

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Aprendizajes

En este opus del documentalista Alejo Hoijman predomina el espíritu lúdico al buscar un retrato lindero con el documental de observación sobre dos adolescentes que recién comienzan a transitar hacia la adultez y a aprender el oficio de la pesca de tiburones.

Los parajes exóticos de San Juan del norte, pueblo ubicado en Nicaragua, conforman una postal donde conviven los aspectos selváticos junto a la inmensidad acuática como dos espacios cinematográficos independientes que para el realizador implican un desafío en términos técnicos –llegar al pueblo implica una odisea dado que no hay caminos más que el río que debe atravesarse en botes- al que se suma su conexión en el rol de observador con sus personajes.

El doble carácter de persona y personaje también configura lo que para Hoijman marca las diferencias entre documental y ficción desde el punto de vista ético más que estético y para romper la inercia la apuesta se eleva en materia de representación cuando los propios protagonistas observan fragmentos del documental y opinan al respecto, tanto como actores u observadores de sus acciones o palabras que una cámara no invasiva capta con enorme sentido para ir configurando un trayecto narrativo coherente en el que se desarrolla, de manera sutil, este tránsito de la adolescencia a la adultez.

Son esos rituales de lo cotidiano; esas charlas banales entrecruzadas con salidas furtivas en las que la inocencia infantil muchas veces se ve opacada por la realidad más acuciante y despojado de todo halo bucólico para entregar su cara más cruda y salvaje los puntos fuertes de El ojo del tiburón, así como algunos fragmentos donde la verdad emerge más allá de las poses o máscaras en una constante voracidad por registrarlo todo y desde la mejor distancia posible.

Es visible también esa idea de búsqueda permanente, caótica, por parte del director de Unidad 25 (2008) para encontrar diferentes subtramas a partir de un punto en común que nunca pierde de vista a sus personajes en lucha constante con sus sueños, su entorno y su propia identidad.