El origen es una historia que en manos de otro director probablemente hubiese resultado uno de esos bodrios pretenciosos que a muchos críticos les gusta ensalsar simplemente porque su producción lleva la banderita de Francia o Rumania.
Christopher Nolan brinda un thriller fabuloso que no sólo presenta una historia compleja e interesante, sino que además ofrece un espectáculo visual sorprendente.
Parecería que Nolan es un genio super perfecto que sacó este proyecto de la galera, pero la realidad es que le llevó más de una década de esfuerzo concretar este film.
Sólo el guión lo creó y reescribió durante diez años hasta que encontró la historia que quería llevar a la pantalla grande.
La trama fue inspirada por los cuentos de Jorge Luis Borges, “El Milagro Secreto” y “La Ruinas Circulares” y de acuerdo a lo que declaró en una entrevista después de hacer los filmes de Batman recién se sintió capacitado para contar esta historia en el cine.
El tema de los sueños lúcidos es sumamente fascinante y en el pasado dio pie a muy buenos filmes como El vengador del futuro o Abre los ojos.
Acá Nolan trabajó la temática desde una óptica sumamente original donde pudo desplegar toda su creatividad como cineasta.
Si bien no coincido para nada con los trasnochados lectores de IMDB que votaron a este film como la “tercer mejor película en la historia del cine”, lo que habla claramente del nivel de estupidez e ignorancia que reina en la web por estos días, sin duda estamos ante una de las mejores producciones que brindó el cine norteamericano en el terreno de la ciencia ficción en la última década.
Pero tampoco hay que exagerar.
El tema de la invasión del subconsciente y el sueño, dentro del sueño, dentro del sueño es un concepto muy difícil de trasladar en el cine y el director sorprende por la manera en que narró esta historia a través de un thriller que captura tu atención en las primeras escenas y no pierde interés hasta que termina.
Como propuesta de suspenso es fabulosa porque no tiene baches. De hecho si prestan atención desde el comienzo van a notar que la excelente banda sonora de Hanz Zimmer arranca desde los créditos iniciales y no deja de sonar durante todo el film.
Es como que Nolan se las ingenió para mantener a la trama, la música y los personajes constantemente en movimiento.
Otro punto fuerte del film es el increíble trabajo que hicieron con los efectos especiales. La película está plagada de escenas digitales pero cuando las estás viendo ni te percatás de eso, inclusive en las secuencias surrealistas.
Nolan subió la apuesta con los efectos especiales y obliga a los resto de los estudios a que se pongan las pilas con este tema.
No se pueden seguir estrenando súper producciones con efectos digitales paupérrimos como los que vimos en Príncipe de Persia.
Como si todo esto no fuera poco, El origen además presenta un elenco impresionante que reúne a un grupo de los mejores actores jóvenes que tiene el cine norteamericano en este momento.
La verdad que Joseph Gordon Levitt es un comando de la Fuerza Delta. El pibe es un actor todo terreno.
No importa el rol que agarre, su trabajo nunca pasa desapercibido, ya sea con un villano de G.I Joe o el misterioso personaje que interpreta en este film.
Me encantó que Nolan, fiel a su esencia, continuara con su Cruz Roja Cinematográfica dedicada a rescatar actores olvidados en Hollywood.
Así como lo hizo con Rutger Hauer y Eric Roberts en los últimos filmes de Batman acá resucitó a Tom Berenger (Pelotón), quien llegó a ser una figura de renombre en los años ´80, para luego convertirse en una figura del cine clase B.
La última vez que los vimos en la pantalla grande había sido en el 2002 con D-Tox, una película con Silvester Stallone que terminó directamente en dvd, salvo por nuestro país que llegó a los cines.
Lo que mejor de este estreno es que como los grandes filmes de Terry Gilliam o David Lynch, El origen le propone al espectador una experiencia cinematográfica fascinante que no queda en el olvido cuando salís del cine y ofrece un gran cuento que permite descubrirle cosas nuevas en visiones posteriores.