Después de 46 años de ausencia en las salas de cine, el Oso Yogi regresa a la pantalla grande con una nueva película, en este caso en una producción live action.
Este personaje de esos genios de la animación que fueron William Hanna y Joseph Barbera, debutó con su propia película animada, dirigida por estos maestros, en 1964, cuando el personaje se encontraba en su máximo pico de popularidad.
Yogi había nacido a fines de los años ´50 como un personaje secundario de la serie de Huckleberry Hound y pegó tan fuerte en el público que luego obtuvo su propio programa.
La película de 1964 fue un éxito.
La nueva producción que presenta al oso desarrollado a través de la animación computada es una réplica exacta de lo que fueron las películas recientes de Alvin y las ardillas.
Es gracioso porque si prestan atención hasta los extras parecen los mismos!
Con esto me refiero a que Warner tomó el mismo modelo de los filmes de Alvin y lo trasladó al Oso Yogi.
Apostaron a lo seguro.
Tom Cavanagh, de la serie Scrub, que interpreta al famoso guardabosque Smith del parque Yellowstone, representa el mismo rol que tenía Jason Lee, en la historia de las ardillas.
Inclusive los villanos de los dos filmes se comportan y actúan de la misma manera!
Tengo que reconocer que en el cine, Yogi y Boo Boo se ven muchísimo mejor que en el trailer.
Si bien conservan en sus facciones los rasgos de caricatura, todo el pelaje que tienen los osos y sus movimientos son bastantes realistas y estuvieron muy bien hechos.
Afortunadamente en la versión local que se estrena esta semana nos evitamos el garrón de escuchar a Justin Timberlake interpretar a Boo Boo, que es lamentable.
No figuran en los créditos el nombre de los actores que hicieron el doblaje, pero si en el caso del oso pequeño, el actor no es el mismo de la serie animada original, pega en el palo y se trata de una brillante imitación.
La película es infantil y estuvo pensada para los espectadores más chicos. Los pibes que se divirtieron con Alvin la van a pasar bien con Yogi.
Inclusive esta no tiene chistes escatológicos y los personajes no hacen cosas reprochables. En la secuela de Alvin, por ejemplo, las ardillas tiraban por una escalera mecánica a una mujer en silla de ruedas. Eran más zarpadas.
Como propuesta familiar, reitero, es una película en la que los más chicos (y me refiero a niños menores de siete años) se van a entretener.