Y un día "volvió" Adrián Caetano. Tras un periodo de temáticas y estéticas alejadas del universo de sus primeros films -con resultados, hay que decirlo, un tanto fallidos (Francia, Mala)- y un trabajo por encargo que quedó trunco (el nunca estrenado documental sobre Néstor Kirchner), el director de Bolivia y Un oso rojo resignifica en El otro hermano aquellas atmósferas de antaño, con zonas de tensión social, violencia explícita y personajes que transitan los márgenes legales. Pero, por sobre todo, Caetano recupera un espesor y un vigor narrativo que parecían olvidados.