El tema central es el de los refugiados Sirios en Finlandia. Es la historia de Khaled ( Sherwan Haji ) , quien a pasado por muchas circunstancias hasta llegar a ingresar al país donde pide asilo como inmigrante, muchas de estas vicisitudes las conoceremos de sus propios relatos a las autoridades finlandesas. A su vez el director nos introduce en la historia de Vikstrom ( Ville Virtanen ), quien abandona a su esposa, vendedor de ropa, liquida todo lo que tiene, juega el dinero obtenido al póquer y gana. Todo lo ganado decide invertirlo en la compra de un restaurante, y con esa compra vienen incluidos unos personajes realmente simpáticos como abúlicos e impresentables. Está decidido a levantar el nivel bajo de ese lugar y para ello usará varios argumentos e intentos por lograrlo.
Khaleb por su parte trata de ser aceptado dentro de la sociedad, de conseguir un empleo, de no ser tan hostigado por un grupo de skinhead, de sentir que ya acabó esa pesadilla vivida en Aleppo, su tierra natal.
Avanzado el film estas historias se entrecruzan, Khaleb comienza a trabajar en el restaurant de Vikstrom y en ese lugar se desarrollan los momentos más desopilantes, de un humor ácido e irreverente, con situaciones muy ocurrentes, características particulares de los relatos de este directos. Esta es la quinta película de Aki Kaurismaki que se estrena en nuestro país, siendo un importante director con mas de 20 largometrajes filmados.
Una dura crítica a las autoridades finlandesas del trato ( y maltrato ) de los sirios llegados al país huyendo de los horrores de la guerra. Una película de relaciones humanas, de momentos muy buenos describiendo personajes que rozan la parodia, con un humor fino y constante.
Una delicia cinematográfica sin sobresaltos ni grandilocuencias. Con una sencillez en los encuadres y muy ameno en el relato, trae un aire de frescura ante tanta violencia con la que nos inundan en las pantallas de cine.