Uno de los grandes estrenos del año es este film del finlandés Aki Kaurismaki, notable cineasta que entregó como obra anterior la también notable “El puerto”. En este caso, la histria de un refugiado sirio y de un hombre que rehace su vida se encuentran para que este director hable de las diferentes crisis humanas (personales y colectivas) sin solemnidad, con originalidad y gran sentido del humor. Su particular estética (fotografía, colores) y un elenco excelente dan como resultado una película que deleita, sorprende y da cuenta de que un cine de nivel superlativo todavía es posible, ante tanto tanque tonto.