El otro lado de la esperanza es un film de origen finlandés que está bajo la dirección de Aki
Kaurismäki que suma un logrado título más a su carrera.
Encontramos dos historias diferentes que promediando la cinta se cruzarán.
Al comenzar vemos a un muchacho escondido en un barco carbonero que llega a Helsinki. Por
todo su procedimiento (especialmente por la forma pausada de contarnos la historia) rápidamente
entendemos que es de origen sirio, que se viene escapando de la guerra, que llega a un país que
desconoce, con poco dinero, intentando poder entrar en contacto con su hermana, único familiar
con vida.
Por el otro un hombre mayor que se está divorciando de su esposa, en crisis de trabajo con su
distribuidora de camisas, decide arriesgar lo que queda de su dinero en las cartas, en un
clandestino club póker, para concretar un nuevo negocio del estilo gastronómico. Una noche verá
a este joven durmiendo en la puerta de su negocio, lo que hará que le ofrezca un plato de comida,
trabajo, un lugar donde dormir, documentos “legales”, en definitiva, una vida digna.
Es una película que tiene humor – lo encontramos en especial con los tres empleados que vienen
incluidos en el fondo de comercio del restaurant- pero es fundamentalmente un drama
humanista. Que muestra a estas personas por distintas razones en un momento de quiebre en sus
vidas. La corrupción, los horrores de la guerra, el intento de ser un refugiado en un país que
tampoco está pasando por un buen momento, el azar, el amor o el desamor, la música, son todos
temas que sobrevuelan y logran un film de características distintas. Muy interesante y
recomendable, para ver en pantalla grande.