Una actriz bajo influencia
Olivier Assayas, es sin duda uno de los grandes directores del cine contemporáneo actual. Si en la ambiciosa megaproducción Carlos (2010) ponía toda la carne en el asador para retratar la vida del terrorista homónimo, en El otro lado del éxito (Sils María, 2014) se vuelca a un cine más intimista sobre el lado b de la fama.
En Sils María, ubicado en el valle suizo de Engadina, se da un extraño fenómeno meteorológico que predice el mal tiempo, una nube nacida del aire húmedo de los lagos invade todo el valle: la serpiente de Maloja. Ese fenómeno es seguido por un viento típico de la noche que, sin embargo, aparece en pleno día. Esos fenómenos serán los que regirán a cada uno de los personajes de El otro lado del éxito, una película donde el otro será el espejo en el que cada uno deba mirarse.
Tras la muerte de Wilhelm Melchior, la actriz Maria Enders (increíble actuación de Juliette Binoche) iniciará un viaje hacia su pasado reflejándose en su presente. La historia comienza cuando en el tren que la lleva hacia un homenaje a su mentor se entera que éste ha muerto, María no puede evitar los recuerdos del pasado, y menos aun cuando le llega la propuesta para volver a poner en escena la obra que le dio fama y prestigio, aunque está vez cambiando los roles. María deberá interpretar a la mujer madura que emprende un viaje suicida, fascinada de su propio descenso.
María se reclutará unos meses en la casona del recién fallecido Wilhelm Melchior para ensayar el personaje con su asistente Valentine (una irreconocible Kristen Stewart). Poco a poco, la realidad de las dos mujeres se verá atrapada por la ficción del texto, al tiempo que aparece cada vez con mayor presencia la futura compañera en el escenario de María, la joven Jo-Ann Ellis (Chloe Grace Moretz).
Assayas trabaja la dualidad en su sentido más amplio. Fusiona y opone el pasado con el presente, la vejez con la juventud, la fama con el anonimato, la ficción con la realidad, el cine con el teatro, y lo moderno con lo clásico, trabajando los conceptos de ambivalencia y falsas apariencias, cuyo ejemplo más notorio se da en el contraste Juliette Binoche-Kristen Stewart y Juliette Binoche-Chloe Grace Moretz.
El otro lado del éxito es una película sórdida, en la que el director trabaja un guión de personajes en movimiento continúo, que actúan como deberían y no como quisieran hacerlo. Personajes que contienen la violencia y exteriorizan la hipocresía. Donde cada uno será el reflejo del otro y tal vez hasta de nosotros mismos.