Surgida por la necesidad de una fundación para transmitir en manera de película un mensaje especifico "El otro, no todo es lo que ves" (Argentina, 2014) termina buscando una identidad especifica dentro del pedido concreto que origina su relato pero sin llegar a conseguirlo.
Daniel de Felippo se pone detrás de cámara para construir un liviano alegato sobre valores positivos en medio de una trama policial muy maniquea y que, con trazos gruesos, y que rozan lo grotesco, presenta a los personajes dentro de un escenario lábil y estereotipado.
La historia de dos hermanos (Guillermo Pfening y Gaston Soffriti), que se encuentran ubicados en las antípodas de la escala de valores, es sólo el puntapié inicial para hablar de temas como la separación, la coyuntura social y valores perdidos por sobre todas las cosas.
Los protagonistas, luego de un hecho fortuito, se convencerán de la necesidad de elegir correctamente su lugar en el mundo, demostrando así la imperiosa necesidad de obligarse a querer trascender su propuesta sin hacer una sola afirmación que la avale.
Una ayuda particular para el personaje de Pfening, por parte de un “ser” (Lucas Ferraro) que nunca termina de llegar correctamente a explicarse la razón de su habilidad para volver a los muertos a la vida, dota de “realismo mágico” a una historia que intenta fundamentar su esencia en una subtrama policial débil.
El guión posee una estructura clara, salvo su incorporación del hecho “mágico”, pero resta fuerza a las afirmaciones y sentencias que los actores van soltando a lo largo del metraje, porque en la exageración de algunas palabras no se puede terminar de lograr naturalidad en los diálogos.
El personaje de Pfening deambulará entre los suyos y el resto de involucrados que irán apareciendo con una clara ignorancia para favorecer así el desarrollo de la trama.
En “El otro…” faltan cosas, que bien podrían haber sido omitidas por decisión de producción o por la propia generación de lagunas en la narración al haber sido pensado el discurso como una imperiosa y clara pelicula panfletaria sobre la positividad y el amor familiar.
Ni siquiera el elenco de notables actores que la protagonizan (Graciela Pal, Alejandro Awada, Laura Azcurra, Lucas Ferraro, etc.) puede salvar una trama que no puede profundizar siquiera la premisa que dispara el relato.
La facturación técnica tampoco acompaña la propuesta y porque justamente no hay un virtuoso detrás de cámaras que pueda solventar la necesidad que "El otro..." llegue a la pantalla.