Eva no está en su mejor momento: con treinta y muchos su novio la dejó de un día para otro, sin motivo aparente y tendrá que volver a la casa de sus padres. En este contexto Eva comienza a pensar en la idea de tener un hijo. ¿Pero con quién? Algo que comienza como una ligera preocupación se convertirá de a poco en una obsesión un tanto intensa... pero Eva realmente quiere ser madre o la presión de los demás es tan insoportable que terminó asumiendo un deseo que no es el suyo?