UN RELATO PEQUEÑO Y TENSO
En su nueva película, El Pampero, el director Matías Luchessi apuesta por el thriller y la tensión de un único espacio con interesantes resultados y sostenido fuertemente en su trío de protagonistas. Aquí, un hombre (Julio Chávez) que padece una enfermedad terminal y que trata de aislarse de su hijo, saca su barco y se dirige al Delta. Pero -y aquí el primer giro sorpresivo- luego de un tiempo navegando descubre que en el baño de la embarcación hay una mujer escondida cubierta de sangre (Pilar Gamboa), supuestamente de un crimen que no cometió.
A partir de ahí, la película trabajará el contacto entre ambos personajes más allá de que él no corresponda de igual manera el interés de la mujer. Y la situación se tensará aún más con la aparición de un tercero en discordia, el policía de la zona (César Troncoso) que intentará seducir a la mujer. La historia de El Pampero es pequeña y se nos vienen a la mente títulos como El cuchillo bajo el agua o Terror a bordo, pero en este caso las tensiones están más contenidas y se juega con lo que nunca se mostraría en una película totalmente de género.
La película de Luchessi se sostiene mucho con los diálogos y se esconden algunos datos que se van revelando a medida que los personajes avanzan en el relato. Las actuaciones son correctas, aunque sobresale el uruguayo César Troncoso con un personaje que a partir de su imprevisible accionar genera incomodidad en los otros y en los espectadores.