Un navegante solitario (Julio Chávez), descubre en pleno Río de la Plata que una mujer (Pilar Gamboa) se ha escondido en su barco. Rodeados de agua, los dos personajes dejarán de ser desconocidos, entre ellos y para el espectador, mientras algo parecido al afecto nace entre ellos. La nueva película de Matías Lucchesi (Ciencias naturales) es un drama intimista que explota el recurso de apoyarse en el despliegue de sus actores para desarrollar su trama. Y lo agota, alternando momentos de lucimiento, despliegue histriónico, de los dos protagonistas, una estructura que se percibe algo formateada y previsible. Aunque la intriga que aporta el trasfondo policial suma interés.