Matías Lucchesi (“Ciencias Naturales”) nos trae un drama cargado de intriga y suspenso, que se sostiene gracias al gran trabajo de sus protagonistas.
Un hombre (Julio Chávez) y una mujer (Pilar Gamboa), que nunca se han visto antes, viajan en un velero. Él sólo sabe que lo espera su destino al final del viaje. Ella huye de un crimen que dice no haber cometido. No tienen nada que perder. Sólo los contiene el río y la esperanza de la libertad si logran llegar al otro lado. Pero, en el camino, un guardacosta (César Troncoso) interviene para complicar sus planes.
Lucchesi demuestra su habilidad narrativa a la hora de ir generando suspenso acerca de la salud del protagonista y el motivo del enigmático escape del personaje de Gamboa. La trama va avanzando y adentrándonos en la psicología de los personajes y sus relaciones con el entorno. Es una película que pasa más por las acciones de los personajes que por los diálogos o la palabra hablada.
El personaje de Troncoso es introducido en el segundo tercio de la narración, pero demuestra tener sustento y un alto grado de importancia para la historia. La pareja protagonista se encuentra escapando de distintas cosas, y el viaje les transformará la vida para siempre. Mientras uno escapa de una enfermedad terminal para entender finalmente cuáles son las cosas importantes de la vida, la otra encontrará el aliado menos pensado que le brindará la ayuda necesaria que ninguna otra persona se la hubiera dado.
“El Pampero” es un film pequeño y sin pretensiones, que logrará capturar la atención del público por medio de sus tres personajes perfectamente casteados e interpretados, por un gran trabajo de fotografía de parte de Guillermo Nieto y un logrado clima de suspenso que gana en la elocuencia de las imágenes y la falta de diálogos.
Una especie de road movie marítima que sostiene su tono enigmático a la largo de toda la cinta.