Un verdadero ejercicio cinematográfico para actores. Troncoso, Gamboa y Chávez la rompen en la historia de dos desconocidos que terminan juntos por interés.
Matías Lucchesi logra, una vez más, arriesgarse y en el desafío posiciona la tensión para que la coreografía termine por consolidar la inevitable desconexión y la incapacidad para emitir una respuesta verdadera sobre sí mismo.