La ley del deseo
A pedido de Marie, Ahmad retorna a Francia para firmar el divorcio. Marie (la argentina Bérénice Bejo, de fama internacional por El artista) lo recoge en el aeropuerto y lo aloja en su casa, donde vive junto a Fouad, pequeño hijo de su actual pareja, y sus hijas Lucie y Léa. Ninguna es hija de Ahmad. Marie es la fuerza activa de la familia, pero Ahmad (un extraordinario y querible Ali Mosaffa) es quien apaga los incendios, desde arreglar la canilla de la cocina hasta mediar entre Marie y Lucie, que creció junto a Ahmad y resiente la llegada de Samir, el nuevo novio de su madre. Pero el conflicto entre las dos mujeres destapa temas irresueltos que involucran a todos. Después de La separación, el iraní Asghar Farhadi se enfrenta al no menos complejo proceso de readaptación y los espejismos proustianos de la memoria, la huella de un deseo que no deja de estar presente. Farhadi ganó su prestigio por mostrar la vida real sin condimentos, y si bien el gag como respiro no es su estilo, se resiente cierto dramatismo ausente en el film anterior. Fuera de eso, este es otro gran film iraní que examina culpas, revanchas, malentendidos y, sobre todo, la imposibilidad de cerrar el pasado.