El realizador catalán Jaume Collet-Serra, afincado en Hollywood, es el orfebre que modeló el éxito de Liam Neeson como héroe de acción. A partir de “Desconocido” (“Unknow”, 2011), una producción cargada de guiños a Hitchcock en la que el actor irlandés trata de recuperar, tras un accidente en Europa, su identidad que había sido robada por una banda criminal. La relación entre Neeson y Collet-Serra continuó su trayectoria de éxitos con “Sin escalas” (“Non-stop”, 2014), y “Una noche para sobrevivir’ (“Run all night”, 2015), son filmes que recuerdan a Hitchcock, pero con una moderna concepción del espacio-tiempo.
En “El Pasajero" (“The commuter”, en inglés) Liam Neeson interpreta a Michael MacCauley, un irlandés en Nueva York (sin necesidad de justificar el acento). Todos los días hace el mismo recorrido de casi una hora en tren, el Hudson Line, y va desde su pintoresco suburbio hasta la Gran Central Station y viceversa.
Pero en este día en particular MacCauley se enfrenta a una serie de problemas antes de que comience la historia: tiene que descubrir cómo pagar la matrícula universitaria para su hijo al mismo tiempo que ha sido despedido del trabajo a sólo unos meses de Jubilación, sin mayor crédito ni reconocimiento. También el espectador se enterará que él era investigador en el Departamento de Policía de New York, lo que ayudará a explicar por qué es tan bueno manejando un arma, artes marciales, o superando a cualquiera que se interponga en su camino.
“El Pasajero" es una producción convencional que trata de mantener al espectador en permanente suspenso. Es un thriller bien bosquejado, enraizado en la ansiedad económica relacionada con matices de resentimiento de una clase media que cada día se desvaloriza más. Por eso la tentación de aceptar la oferta de una desconocida, Joanna (Vera Farmiga, “La huérfana” 2009, “Running scared” 2006), de tomar 25 mil dólares fue más fuerte que pensar sobre los riesgos que le acarrearía tal proposición.
El guion, desarrollado por Bryon Willinger, Philip de Blasi y Ryan Engle, enfatiza el desarrollo del misterio y el carácter sobre el espectáculo y la acción, y en el transcurso del viaje se podrá conocer a los extraños personajes que viajan en ese tren. Se verá a un taciturno corredor de Wall Street, un extraño músico, una joven que escande algo en un maletín, una enfermera a tiempo parcial, y los guardas que a fuerza de circular a diario a esa hora en el tren conocen a casi todos los pasajeros. Desde la mirada del protagonista y el espectador: todos son sospechosos.
Aprovechando al máximo el escenario Jaume Collet-Serra se sumerge en el punto de vista de Hitchcock, comenzando con un zoom al estilo “Vértigo” (1958) en el momento en que MacCauley se da cuenta de lo complicada que está su vida. De hecho, si Collet-Serra ya ha demostrado ser un gran admirador del master of suspense en los anteriores filmes de Neeson. Pero esta película parece una verdadera carta reconocimiento de un auténtico fan, desde los giros de la trama arrancados de los titulos antes mencionadas, hasta una escena de la pelea que toma algunas señales de “La sombra de una duda” (“Shadow of a doubt”, 1943), al hecho de que la historia comienza en la estación Grand Central, donde Cary Grant se dirigía hacia el oeste con Eva Marie Saint en “Intriga internacional” (“North by northwest”, 1959), dan cuenta de lo estudiado y analizado que ha sido el gran maestro.
“El Pasajero” es una típica película B sin complejos hecha con habilidad y humanidad. Es clásicamente hitchcockiana con un trasfondo de necesidad económica, y hasta un cierto resentimiento que es oportuno y profético. Liam Neeson como un héroe de acción puede ser la regla en lugar de la excepción, pero es muy bueno en eso y la relación de trabajo entre él y Collet-Serra se ha convertido en el mejor efecto secundario del éxito sorpresa de “Búsqueda Implacable” (“Taken”, 2008).