Una película sobre “lo mal que anda la Justicia”: un hombre humilde mata y un abogado primero fullero y después idealista trata de defenderlo. Dejemos de lado la oportunidad o la ideología de la película: lo que importa es que el suspenso a veces funciona y a veces no, que ciertos estereotipos conspiran contra el desarrollo de la trama, y que las buenas actuaciones logran que el espectador siga con atención todo el film, incluso si no satisface.