El payaso del mal es un proyecto que nació como un chiste en internet y demuestra el enorme poder que tienen las redes sociales en estos días.
En el 2010 el director de publicidades John Watts y su amigo Christopher Ford hicieron un trailer falso sobre la historia de un payaso asesino y lo subieron a You Tube.
El clip duraba 77 segundos y hacia el final se anunciaba que la película era una producción de Quentin Tarantino y Eli Roth. Una mentira burda que formaba parte del chiste.
Eli Roth vio el video y decidió producir en serio el film que se convirtió en la ópera prima de Watts.
Un director desconocido que entró a Hollywood a partir de un chiste en You Tube y terminó siendo elegido por Marvel para realizar la próxima película de Spiderman.
El payaso del mal tiene su mayor fortaleza en la primera parte de la trama, cuando el director desarrolla el conflicto como un thriller con elementos sobrenaturales.
El enigma del traje maldito que se adueña del espíritu de la persona que lo usa es atractivo y el film presenta un buen trabajo en la construcción del misterio.
La película luego se vuelve más predecible cuando la dirección de Watts se enfoca de lleno en el subgénero slasher.
Obviamente no faltan los momentos sangrientos que le recuerdan al espectador que Eli Roth es el productor de esta propuesta.
El payaso del mal la verdad no es una gran película de terror que merezca su visión en el cine, pero ante tantas historias de cintas perdidas y exorcismos al menos llegó a la cartelera una producción clase B que va por otro lado.