Julio Cabrera es un actor desocupado, cumple 50 años y le espera un día muy particular. Se juega el retorno a la pantalla chica a través de una campaña publicitaria, en el mismo día que tiene que hacerse cargo del destino final de las cenizas de su hermano. Ese hermano mellizo con quien guarda los recuerdos más entrañables, pero también con quien sigue peleado por deudas del pasado.