El perro Molina

Crítica de Federico Cobreros - Alta Peli

Jose C. Campusano escribe y dirige El Perro Molina, una película donde los códigos de la calle, los yeites de los chorros, fiolos, y la policía, se funden, se confunden, y sobre todo dan lugar al choque de una especie de nueva delincuencia, con los códigos de la vieja escuela.

Molina esta de vuelta

La trama sigue al Perro Molina, un tipo que solía laburar afanando y demás, que ya esta de vuelta, y que quiere, de algún modo mantenerse al margen de la marginalidad, valga la redundancia. Obviamente no se podrá, ya que viejas deudas, y lealtades eternas, lo pondrán a “trabajar” nuevamente. Tanto en un ajuste de cuentas por encargo, como luego en un posterior robo y ajuste final de cuentas, esta vez personal. Podemos ver como Molina, un tipo con códigos, que quiere de algún modo arreglar las cosas sin violencia al pedo, como por así decirlo. Un tipo que no va a dudar un segundo en descargarle una 9mm a alguien en el pecho, pero que va a preferir por todos los medios no hacerlo.

Por otro lado, en paralelo, seguiremos la historia de Natalia, la esposa sumisa del comisario Ibañez, que tras pelear por última vez se va a separar y le va a pegar a su ex marido donde más duele. Se hará prostituta en los peores tugurios habidos y por haber. Esto forzará la mano del comisario, ya que querrá muerto a cualquier fiolo que emplee a su ex mujer. La cosa se complicará cuando el que la emplee sea uno de los pocos amigos que tiene El Perro.

Los hechos, como es de suponer, se precipitaran y confrontarán a un veterano Molina, con todos los valores de antaño, contra un psicópata y joven Gonzalito, interpretado de manera genial por Assiz Alcaraz.

Actores y actores

La propuesta actoral de Campusano no será del agrado de todos, esto es así. Daniel Quaranta, Florencia Bobadilla y Assiz Alcaraz son los puntos altos de la película a nivel actoral, componiendo personajes sólidos, queribles, entrañables u odiables según corresponda.

El trabajo de Quaranta como el Perro Molina va de menor a mayor, teniendo escenas realmente memorables, quedando algunas entre mis preferidas de este festival. Lo mismo va para Bobadilla, quien tiene escenas jugadas desde lo físico, y mental.

Assiz Alcaraz se destaca con su Gonzalito, psicótico violento y border, el cual maneja a la perfección sin caer en ningún momento en la exageración o lo caricaturesco. Y esto no solo es merito de los actores, se ve la mano de Campusano en todo.

Por otro lado, completan el resto del elenco, actores y actrices pertenecientes al pueblo donde se filmo la película (Marcos Paz), quienes en su totalidad suponemos son amateurs. Es por eso que e algunas escenas el cambio de registro actoral, entre actores que componen la escena es notorio y visible. Pero dicho esto, se entiende una vez que uno conversa con Campusano, y el expone su visión del cine, y te dice como debería ser para el. Aquí es donde TODO cobra otro sentido, y El Perro Molina alcanza otros niveles más que interesantes.

Para ver

Tanto el arte, como la dirección, realmente se lucen de la mano de Campusano. Vemos exactamente lo que el director quiere que veamos, haciendo una utilización de la cámara y el encuadre, consciente y sobre todo honesta y rotunda. La función de la misma es mostrarnos lo que pasa, y en esto es excelente. El resto, se va agregando mientras transcurre la trama, mostrándonos los lugares en los que todo sucede, metiéndonos en los lugares en los que todo pasa, ya sea en exteriores o interiores.

Conclusión

El Perro Molina, es una excelente propuesta de Campusano, la cual no solo nos cuenta una historia basada en hechos reales, y sobre todo en relatos de protagonistas de historias similares, sino que ademas nos deja un personaje que quedará en la memoria, como lo es El Perro Molina, que por su realidad, por su potencia y por su contundencia se quedará, a la fuerza, en nuestras mentes. Recomiendo fervientemente darle una oportunidad a esta película, ya que no va a defraudar en absoluto.

Aguante El Perro!