Nos encontramos frente a un triángulo amoroso lleno de: violencia, marginalidad y corrupción. Se desarrolla en un pueblo y hace honor al refrán “pueblo chico infierno grande”. Tiros y muy buena fotografía. Sus diálogos son solemnes, poco creíbles, contiene varias situaciones absurdas y por momentos parece un culebrón de telenovela, las actuaciones resultan desparejas y el guión es flojo