El perro samurái es una curiosa remake animada del clásico de Mel Brooks , Blazing Saddles, una producción que formó parte del revisionismo histórico que atravesó el género western durante la década de 1970.
La diferencia es que en este caso la trama se desarrolla en el Japón medieval con animales y la sátira se concentra en el cine de artes marciales.
Esta producción contó con la realización de dos veteranos de la compañía Disney como Chris Baley y Rob Minkoff (El rey león), quien hace unos años brindó una muy buena adaptación de la serie Señor Peabody y Sherman.
En el caso de Baley es más conocido por haber dirigido el recordado video clip de Paula Abdul, Opposite Attracts, de 1985.
La premisa conceptual que presenta el film es interesante pero no termina de funcionar por la sencilla razón que el humor brutal que trabajaba la obra de Brooks en torno a las cuestiones de racismo es imposible de trasladar en una propuesta dirigida a los niños.
Por consiguiente, lo que queda es un relato entretenido que tiene las buenas intenciones de promover un mensaje de tolerancia pero cuenta con la desventaja de remitir demasiado a Kung Fu Panda.
Aunque el humor no siempre llega a funcionar como en la obra de Dreamwroks al Perro samurái la levanta muchísimo la versión en inglés, que cuenta con las interpretaciones de Samuel Jackson, Michael Cera, Ricky Gervais, Michelle Yeoh, George Takei y Mel Brooks.
En los aspectos técnicos el proyecto de Nickelodeon presenta un trabajo atractivo en los diseños de los personajes y los escenarios que capturan con solidez el período histórico.
Para los más chicos es una opción que cumple en materia de entretenimiento, mientras que los adultos que acompañen en la sala la disfrutarán un poco más por las referencias cinéfilas, especialmente si son seguidores del género de artes marciales.