La historia gira en torno a Otto (Christian Ulmen) y Leo (Simon Verhoeven) dos alemanes que viajan por negocios a Japón desde donde importan Koi un pez japonés bellisimo, exclusivamente para coleccionistas. En este viaje conocen a Ida (Alexandra Maria Lara), una turista alemana diseñadora de telas, quien se siente atraída por Otto el buscador de los peces. El encuentro culmina en un casamiento en una ceremonia japonesa tradicional. Otto esta tan enamorado que le dice que es todo para él, que con su trabajo, ella y la casa rodante donde viven disfruta de una existencia plena.
Al tiempo Ida queda embarazada, le pide de ir a vivir a una casa con jardín y luego de dar a luz quiere seguir con su carrera. Otto la ayuda, será él quien cuidara al hijo, aun en perjuicio propio. Llega un momento en que esto a ella no le resulta suficiente, le reclama a Otto que sea ambicioso, que presente más batalla, no reconociendo lo que sacrifica su marido en la convivencia, le cuestiona todo a punto tal que resultan inevitables los choque y los consecuentes conflictos. Ambos sienten la tentación por la infidelidad, están a un paso, pero no se concreta porque los sentimientos recíprocos operan como salvavidas, empero el enfrentamiento culmina con la separación en coincidencia con la pérdida de la fortuna lograda por la venta de un pez Koi, campeón de una especie en extinción. La crisis familiar y económica los llama a la madurez, el crecimiento y la reflexión respecto al panorama futuro que deberán afrontar.
Doris Dörrie, la recordada realizadora alemana (54 años) de “Nadie me quiere” (1995), “¿Soy linda? (1998) y “Las flores del cerezo” (2008), una joyita cinematográfica, el mejor de sus trabajos vistos en el país, estrenada en la Argentina el 17 de septiembre de 2009, llega con cuatro años de demora “El pescador y su mujer”, segunda de sus obras rodada – esta parcialmente- en Japón, antecedida por “Sabiduría garantizada” (1999), y seguida por “La flores...”
En esta oportunidad denota, como en los títulos anteriores, la búsqueda de propuestas interesantes por la historia que narra y el tratamiento cinematográfico utilizado exponela, aunque trasmite cierta sensación de frialdad para el sentir del espectador latino. Sus trabajos, y este no es la excepción, son inteligentes, prolijos, realizados con buena técnica y bien definida dirección de un plantel de intérpretes que responden a su estilo fílmico.
Es para pasar un buen momento y pensar que las cosas cotidianas siempre son valiosas e importantes en la vida de cada uno. Alexandra Maria Lara fue galardonada como mejor actriz en Milan InternationalFilm Festival