El peso del talento es una celebración para los amantes de la figura (cuasi leyenda) de Nicolas Cage y su sinuosa carrera. Es una comedia sensacional que parodia y homenajea al artista por partes iguales. Está hecha a medida justa, pensada al milímetro para explotar su mito como consumo irónico, pero a la vez como actor de grandeza.
Es probable que sea la única figura de Hollywood que puede hacer algo así en este momento porque son muy pocos los artistas que han llevado una carrera con tantos altos y bajos y que se han convertido en memes.
Nicolas Cage es Cultura Pop y aquí se lo homenajea en vida con un gran laburo por parte del director Tom Gorimcan, quien conjuga muy bien escenas al estilo película de acción de los 90s con secuencias tipo sitcom.
Hablar de la excelencia de Cage interpretando una versión exacerbada de sí mismo es un sobreentendido, así que remarcaré el formidable laburo de Pedro Pascal en toda esta locura.
El peso del talento tiene una única falla: te va a gustar más o menos según tu amor por Cage y su leyenda. Quien escribe esta reseña, tiene un grupo de Whatsapp que se llama “Hijos de Cage”…