El plan B es la confirmación absoluta que el género de la comedia romántica está completamente muerto en Hollywood.
Las películas son cada vez peores y las propuestas nuevas que se conocieron últimamente están estancadas en un pozo de mediocridad.
La década del ´90 brindó buenos filmes de este estilo con los trabajos de Meg Ryan, Julia Roberts e inclusive Robert Downey Jr.
En Only You, por ejemplo, el actor estuvo excelente junto a Marisa Tomei y era una muy buena historia, pero en estos días es cada vez más difícil encontrar propuestas de ese nivel, que tampoco eran obras maestras, pero al menos eran buenas películas.
La gran paradoja de este estreno es que Jennifer Lopez es lo mejor de este film.
Más allá de que se ve espectacular en cada escena que aparece su trabajo es decente e hizo lo que pudo en un proyecto donde tenía todo en contra.
En primer lugar, la química con el coprotagonista, Alex O´Loghlin es totalmente inexistente, algo que es vital en este género.
No se entiende como no corrigieron esto en preproducción.
Después está el tema del guión que es desastroso.
La temática estaba buena pero no supieron encontrarle la vuelta para hacerla entretenida.
La película es aburridísima y los momentos de humor son totalmente forzados.
El trabajo del director Alan Poul, quien viene de la televisión, es impresentable.
No permite que el espectador conozca a los personajes y haya una relación entre ellos.
Jennifer Lopez se somete a un tratamiento de fertilización asistida y a los dos minutos conoce al hombre de su vida.
En la segunda cita el flaco ya está totalmente comprometido en construir una familia con una mujer que recién conoció y espera gemelos. Dos minutos después ya están viviendo juntos. Luego sigue una insoportable saga de peleas y reconciliaciones que hacen a la visión de este film insufrible.
Por supuesto no están ausentes los clásicos clichés a los que recurren una y otra vez como el amigo negro bonachón del protagonista y la vejita sabia que nunca falta en la comedia romántica de Hollywood que es la única que entiende a la heroína y una banda de sonido pedorra donde usan canciones malas de relleno sin ningún tipo de criterio.
Para buena comedias románticas hoy no queda otra que probar con el cine asiático. Propuestas coreanas como Casado con la Mafia, El arte de la seducción y Mi esposa es un gángster son un millón de veces más divertidas que estos bodrios hollywoodenses que ni siquiera vale la pena alquilarlas en dvd.
Para el olvido.