Uno no se cansa de repetir que las comedias románticas en el cine americano actual son nada más que un catálogo de situaciones previsibles y fórmulas gastadas. Lamentablemente, la experiencia de ver muchas comedias románticas recientes hace que uno termine generando tal prejuicio. Por ende, al acercarse a una nueva película de este género, uno espera una vuelta, un giro, algo original. En ese caso, podríamos decir que el comienzo de El plan B cumple con esas expectativas, pero sólo el comienzo.
¿Por qué decimos esto? Básicamente porque empieza con una mujer que, cansada de los desamores y la imposibilidad de construir una familia con un hombre, decide ser madre soltera. Esto es lo que podríamos llamar un comienzo singular para este tipo de películas, porque propone un interrogante distinto a la formula habitual de las comedias románticas: ¿Podrá un hombre que se enamora de una chica aceptar que ella está embarazada?
El problema es que las películas no son meros planteos e interrogantes, sino historias, personajes, conflictos, etc. Si fuera por lo que plantea el film, tendríamos como resultado un film mucho más singular de lo que realmente es. Aquí lo único que tenemos es a Jennifer Lopez, quien regresó a la actuación luego de un parate para disfrutar de su maternidad, y con un papel que le sienta como anillo al dedo considerando la realidad que vive actualmente. JLo se muestra como toda una experta en este tipo de películas, y posee el histrionismo necesario para dotar de gracia a su personaje. Junto a ella, un partenaire casi desconocido, Alex O’Loughlin, que cumple más de lo que uno supondría, y más que muchos galanes habitués del género.
Tenemos eso, y poco más. Una historia que comienza bien pero que luego recurre a todos los clichés del género, adaptados para que encajen con el interrogante esencial de la película, y de forma tal de que este interrogante no amenace con darle un atisbo de complejidad a la historia romántica. Cualquier esperanza que podíamos depositar al ver los primeros minutos, se esfuma con el correr de la película. JLo cumple, pero con otra comedia romántica del montón, de esas a las que ya nos tiene acostumbrados.