El planeta de los simios: Confrontación

Crítica de Fernando Hansen - Toma 5

“EL PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN”: LUCHA POR LA SUPERVIVENCIA

Luego del relanzamiento de la franquicia en el año 2011 – con la película que se conoció bajo el título “Rise of the Planet of the Apes” – llega la continuación de esta historia varias veces presentada en la pantalla grande desde la década del 60. En esta ocasión el largometraje, dirigido por Matt Reeves y con una duración que supera las dos horas, cuenta la evolución del virus que Will Rodman (James Franco) estaba probando en simios y que causa la muerte de la mayoría de los seres humanos.

Malcolm y Dreyfus son protagonizados por Jason Clarke y Gary Oldman quienes deben defender a la comunidad de hombres, mujeres y niños que fueron inmunes al virus ALZ – 113 creado para incrementar la inteligencia de los primates. Ellos enfrentarán a Cesar (Andy Serkis), líder de los simios, que trata de confiar en los humanos a pesar de ser desafiado por algunos de los de su propia especie como Koba (Toby Kebbell).

Los orangutanes creían estar solos después de años sin tener noticias del hombre, a quien consideraban su principal amenaza, e igual de confiados estaban estos últimos que no habían visto a un simio en un largo tiempo hasta que la necesidad de la comunidad humana cruzó la vida de ambas razas en busca de la energía que necesitaban aquellos para subsistir.

Tanto de un lado como del otro había dos bandos: los que estaban a favor de la cooperación entre simios y hombres, en oposición a los que directamente consideraban que la guerra era la única opción. Malcolm y Cesar, a pesar de la desconfianza inicial, siempre trataron de llegar a un acuerdo para demostrarles a sus pares que podían imponerse el respeto y la convivencia. Sin embargo, Koba sería el principal obstáculo para el entendimiento de las partes e intentaría convertirse en el nuevo líder de los simios, poniendo a todos en riesgo.

En el film se pueden ver desde efectos especiales hasta un trabajo sumamente detallista de parte de los actores que deben recrear a los simios. Son 130 minutos a la altura de una franquicia que viene de larga data, a diferencia de la remake llevada a cabo por Tim Burton en 2001 que nada tiene que ver con el relato que continua Reeves.

Destacable por la ambientación de las escenas, por la forma de comunicarse de los primates, sin tintes futuristas innecesarios y con un mensaje claro respecto de la evolución de las especies, en la que el simio está involucrado debatiéndose por ver el lugar que ocupa en relación al hombre.

Distinto para una película de ciencia ficción que no suele tener ese tipo de contenido oculto dentro del guión y que se puede ver en 3D aunque no es recomendable, ya que escasean las escenas que ponen en valor este tipo de cine. Probablemente una mejor puesta en práctica de las tres dimensiones quedará pendiente o continuará de la mano de quien tome las riendas de un final abierto.