Apocalipsis y lucha por la especie
Hace 46 años atrás, la leyenda nacía. El Planeta de los Simios (1968), dirigida por Franklin J. Schaffner se basaba en la novela homónima de ciencia ficción de 1963 de Pierre Boulle. Contaba la historia de un grupo de exploradores humanos provenientes de la Tierra, que llegaron a un planeta en el que la raza dominante eran los simios, que contaban con una inteligencia y una civilización desarrolladísimas, mientras que eran los humanos los oprimidos que vivían casi como animales, y que no habían desarrollado ni la capacidad del habla, algo innato en sus pares terrícolas.
Así fue el comienzo de una franquicia. Ocho filmes en total, con variaciones de calidad que fueron desde "Excelente" hasta "Pésimo". Cuando se retomó la saga en el 2001 de la mano de Tim Burton, el resultado fue un fiasco, pero El Planeta de los Simios: (R)Evolución, estrenado en el 2011, fue una grata sorpresa. Y ahora, llega Planeta de los Simios: Confrontación, que supera con creces las expectativas, ya altas desde la película del 2011.
Un grupo de monos –que, como sabemos, fueron desarrollados genéticamente en un laboratorio- liderado por César, se ve amenazado por humanos que sobrevivieron el devastador virus ("Influenza Simia") liberado una década atrás y que liquidó a la mayoría de la población terrícola. Si bien parecen sobrevivir en armonía –debido, principalmente, al hecho de que no se han avistado mutuamente en años, esta paz resulta ser frágil, y ambas especies deberán intentar cohabitar sin problemas o terminar en una guerra que podría ser el fin de cualquiera de los dos bandos.
Dirigida por Matt Reeves - Déjame Entrar y Cloverfield- y con un reparto excepcional que incluye a Andy Serkis –famoso por darle vida a Gollum en las sagas de El Señor de los Anillos y El Hobbit- como César, Jason Clarke de La Noche más Oscura como Malcolm, Gary Oldman como Dreyfus y Keri Russell –que se encuentra con Reeves luego de años desde Felicity-, Planeta de los Simios: Confrontación es uno de los mejores experimentos realizados basados en la novela de Boulle, y uno aventuraría hasta a afirmar que supera a la original de 1968.
Es una película que, a pesar de no dejar de ser una producción de gran escala y de estrepitosamente gigante presupuesto, logra encontrar una complejidad emocional que no había aparecido antes, y activa en el espectador sentimientos y conexiones con los dos lados del conflicto, pero especialmente, y sorprendentemente, con los simios.
Planeta de los Simios: Confrontación es sin dudas la más inteligente y ambiciosa de la "saga de los simios", y significa una evolución tanto a nivel emocional como en el de la construcción de personajes entrañables y complejos, que lleva a la franquicia a otro horizonte y que deja la puerta abierta para nuevos desafíos.