Contadas franquicias de Hollywood han conseguido una trayectoria tan fascinante e impredecible como El planeta de los simios. Inspirada por el libro de Pierre Boulle, devino una excelente primera película con dirección de Franklin Schaffner en 1968, que puso en marcha una franquicia inagotable que –en principio- conto con el placer culposo de algunas secuelas y dos series de televisión. Décadas más tarde llegaría una anticipada y esperada versión a cargo del consagradísimo Tim Burton: aquella película puso contra las cuerdas al cineasta, evidenciando su incomprensión general acerca de la franquicia, resultando un despropósito generalizado para el público y los aficionados al género fantástico.
Pasado aquel traspié, 20th Century Fox decidió reflotar la franquicia pero esta vez desde un nuevo giro a la saga de los simios, apelando y explorando los orígenes de la dominación planetaria de los evolucionados primates por encima de los hombres. Consagrándose como los mejores exponentes de la franquicia hasta el momento, El planeta de los simios: Revolución (Rupert Wyatt, 2011) y la notable El amanecer planeta de los simios (Matt Reeves, 2014), impulsaron la saga hacia un nuevo nivel de dramatismo, apelando a reflexiones, lecturas entrelineas y metáforas de índole social y política implícitas en la continuidad de la trama.
Con los lauros de crítica y público conseguidos después de dos excelentes episodios, llega El planeta de los simios: La guerra, una entrega que nuevamente le demanda al realizador Matt Reeves la responsabilidad de conducir a buen puerto la conclusión de esta nueva y satisfactoria trilogía. Mientras que las películas anteriores se mostraban todavía reacias a desprenderse de la supremacía humana, en esta oportunidad se pone de manifestó un giro rutilante en la saga: ahora los simios son los personajes principales, y los últimos representantes de la humanidad se empeñan en querer destruir a la especie que socavo su dominio en un mundo que se encuentra en un gravísimo estado, enterrado bajo la nieve en lo que se presenta como la amenaza de una nueva era glaciar.
El simio César (Andy Serkis) se encuentra acosado por la duda acerca de su liderazgo, al que muchos de los suyos consideran sagrado, durante el peregrinar hacia una “tierra prometida” que esta plagada de obstáculos. Bien vale subrayar que detrás de efectos digitales que apenas representan un “maquillaje digital”, destaca una magistral gestualidad y expresión corporal sin precedentes en la labor de Andy Serkis (Lord of the rings, King Kong), coronando en esta trilogía su caracterización final como César, el líder de la revolución y la evolución de los simios por encima de la humanidad.
El director Matt Reeves y el guionista Mark Bomback hacen de El planeta de los simios: La guerra, un relato que proyecta a César con el sino de un héroe mesiánico, en un tiempo que no es para la guerra o la paz, sino que insta de liderazgo y sacrificio ante la premura de un éxodo post apocalíptico.
Cual derivado del Coronel Kurtz, aquella magistral composición de Marlon Brando en Apocalipsis Now (1978), Woody Harrelson (True detective) interpreta al líder de un sedicioso foco de humanos que constituye una amenaza insondable, impulsado por el miedo visceral de ser reemplazado, haciendo de un mundo perdido su hábitat natural. Mientras que paradójicamente este líder lucha en nombre de salvaguardar la humanidad, dirige una sociedad cerrada, en su estado más deshumanizado, obligando a los que considera como inferiores a subsistir en la esclavitud. Es en esta instancia que El planeta de los simios: La guerra , denota una cinefilia implícita evocando a clásicos del género bélico como El puente sobre el río Kwai (David Lean, 1957) , o El gran escape (John Sturges, 1963) , a propósito de referencias narrativas para ser adaptadas al contexto de la ciencia ficción.
Como en Let Me In (2010) y Cloverfield (2008), la dirección del talentoso Matt Reeves destaca por su pericia en el manejo de tensas secuencias de suspenso mediante clímax estéticos de intenso dramatismo para el final de esta saga fantástica.
El planeta de los simios: La guerra representa la conclusión de una trilogía inteligente, la cual trasciende su condición de relato fantástico para interpelar al espectador acerca de las flaquezas de la sociedad y la condición humana, otorgando así un nuevo giro a la mítica saga de la ciencia ficción iniciada en de los años 70.