Visualmente extraordinaria, dramática y reflexiva, entretenida y sorprendente, la nueva trilogía de El Planeta de los Simios se despide con su mejor entrega.
Pocas sagas cinematográficas tuvieron tanto impacto en la cultura pop como la franquicia de El Planeta de los Simios. La historia comenzó en 1963 con la novela publicada por Pierre Boulle (La planète des singes) y cinco años después se convertiría en ese hito de la pantalla grande protagonizado por Charlton Heston, Kim Hunter y Roddy Mcdowall. Esa aventura inicial (SPOILER!) ambientada en un planeta tierra futurista post-nuclear donde una raza de simios inteligentes domina al mundo inspiró 4 secuelas (Beneath the Planet of the Apes 1970, Escape from the Planet of the Apes 1971, Conquest of the Planet of the Apes 1972 y Battle for the Planet of the Apes 1973).
Años después hubo un infructuoso reboot (The Planet of the Apes, 2001) de la mano de Tim Burton y cuando la franquicia parecía haber quedado en el olvido una década después llegó un nuevo reboot El planeta de los simios: (R)Evolución (Rise of the Planet of the Apes, 2011) dirigido por Rupert Wyatt. Esta nueva versión presentaba a simios super inteligentes creados por un experimento farmacéutico que buscaba curar las enfermedades cerebrales degenerativas. Esas mismas drogas terminan generando una enfermedad que diezma a la raza humana.
Más adelante llegaría El Planeta de los Simios: Confrontación (Dawn of the Planet of the Apes, 2014) dirigida por Matt Reeves (Cloverfield 2008, Let Me In 2010) que salta 10 años en el futuro, mostrando una raza humana al borde de la extinción y el enfrentamiento entre Caesar, un líder pacífico que busca lo mejor para los simios y Koba, un rencoroso simio que quiere eliminar a todos los humanos. Reeves vuelve para esta nueva entrega de una saga que (al contrario de lo que podría suponerse) mejora con cada película.
La historia continúa después de los sucesos de Dawn of the Planet of the Apes. Un grupo militar conocido como Alpha Omega y liderado por un temible coronel (Woody Harrelson) están decididos a eliminar a todos los simios en una guerra por la supervivencia de la raza humana. Los primates encabezados por Caesar (Andy Serkis) solo desean tranquilidad y paz, pero descubrirán de la peor manera que hay ciertos conflictos de los que no se puede escapar.
Caesar deberá luchar contra sus demonios internos y su sed de venganza contra su enemigo para liderar a su especie hasta un lugar seguro y mantener su naturaleza noble intacta. Caesar no quiere convertirse en un nuevo Koba.
El Planeta de los Simios: La Guerra es una película que cierra de una manera genial el arco del personaje de Caesar. El animal que se convirtió en una criatura pensante, la criatura inteligente que se volvió líder y en esta nueva entrega veremos como este líder se convierte en leyenda. En Battle for the Planet of the Apes (1973) vimos como la sociedad primate post-Caesar habla de su líder con un estatus mítico, con una idealización cuasi religiosa. Por eso no es casual que War For The Planet of the Apes tenga tantas referencias religiosas y en muchos aspectos funcione como un relato de épica bíblica (el líder que busca liberar a su pueblo esclavizado y conducirlos por el desierto hacia la tierra prometida, la figura del traidor, las crucifixiones y la “guerra santa”).
El film tiene un guion formidable y bien escrito que no solo nos mantiene preocupados con la guerra entre simios y humanos sino por la guerra que se libra dentro de la mente y el corazón de Caesar. La película se da el lujo de introducir un muy necesitado comic relief en el papel de Bad Ape (Steve Zahn) sin que se sienta forzado, molesto o nos distraiga de la acción y el drama.
La banda sonora es otro punto a destacar (impecable trabajo de Michael Giacchino una vez más) que logra acentuar la emoción, ponernos los pelos de punta o mantener el suspense en momentos de extrema tensión. Las escenas de acción están perfectamente ejecutadas y los efectos visuales vuelven a ser de excelencia, mejorando el nivel de los vistos en la película anterior (que de por sí eran buenos).
Otro elemento destacable son las interpretaciones. Andy Serkis vuelve a ganarse todos los aplausos, se puede sentir la intensidad de su actuación debajo de las capas de maquillaje digital. La pequeña Amiah Miller en el papel de Nova (los que vieron la película original captarán la referencia) aporta una cuota de inocencia y humanidad entre tanta desesperación y horror. Woody Harrelson compone a un villano temible y embriagado de poder, un comandante militar tan venerado por su gente que se siente un ser superior y que tiene muchos puntos en común con el Coronel Kurtz de Marlon Brando en Apocalypse Now.
El Planeta de los Simios: La Guerra cierra la trilogía de una forma espectacular y comprueba que el hecho de que una película pertenezca a una franquicia, sea precuela, secuela o reboot; no es excusa para no hacer un producto de calidad. El maridaje perfecto entre la acción, los efectos especiales impresionantes, el entretenimiento y el drama reflexivo.