El Planeta de los Simios – La Guerra: La teoría de la involución.
Matt Reeves nos ofrece la épica conclusión de esta trilogía que nos muestra el inicio del universo del planeta de los simios.
Corría el año 2011 y nadie esperaba absolutamente nada de una nueva entrega del planeta de los simios, más teniendo como antecedente la versión fallida de Tim Burton del año 2001. Así fue como Rupert Wyatt expuso un gran punto de vista del origen del planeta de los simios con Rise of the Planet of the Apes, 2011. Luego en el año 2014, Matt Reeves subiría la apuesta con Dawn of the Planet of the Apes, 2014, un relato que escalaba en acción, pero que continuaba la línea propuesta por su predecesora. Ambos directores ofrecieron miradas frescas sobre este universo donde los monos son los que gobiernan la Tierra. Las secuelas del film original de 1968 no eran grandes exponentes del séptimo arte, así que la tarea de realizar un reboot original, sorprendente y entretenido era muy difícil. Las probabilidades de alcanzar el éxito eran remotas. Sin embargo, años después no solo podemos decir que esta obra tiene un gran nivel, sino que, además, como trilogía o como saga funciona mejor que las películas de los ’70.
En este aparente último capítulo de la triada que podemos titular “La Historia de Cesar”, el líder de la resistencia primate es forzado a encarar, con su grupo de simios, un conflicto mortal contra un ejército de humanos liderado por un brutal coronel (Woody Harrelson). Después de sufrir la pérdida de su mujer y su hijo, César lucha con sus instintos más oscuros en una búsqueda por vengar a su familia. Cuando finalmente se encuentren, Cesar y el Coronel protagonizarán una batalla que pondrá en juego el futuro de ambas especies y el del mismo planeta.
Lo más interesante de esta tercera parte es la mezcla de géneros que propone. Si bien es una cinta de ciencia ficción, al principio podemos ver unos tintes de Western cuando César (otra gran interpretación de Andy Serkis) y su grupo vagan por los bosques y el paisaje nevado que los rodea. Por otro lado, el tercer acto del film tiene algunos momentos bélicos interesantes que no tienen nada que envidiarle a las películas de guerra más exitosas de los últimos tiempos.
Otro aspecto destacable de este relato lo compone la narrativa que nos ofrece el director que se apoya más en lo visual que en lo hablado. Si bien no todos los simios carecen de voz, el realizador opta por transmitir la mayor cantidad de información mediante lo que vemos. En lo que respecta a lo sonoro, hay un gran trabajo en la confección de la banda sonora que corre por cuenta de Michael Giacchino (Star Trek, Lost, Rogue One), que sorprende con un trabajo diferente a lo que nos tiene acostumbrados.
En el terreno actoral, no solo se destaca Andy Serkis que vuelve a destilar pericia y talento a la hora de componer a un personaje mediante la técnica de Motion Capture sino que también se destacan Woody Harrelson (Zombieland) como el antagonista despiadado de la historia, Amiah Miller (Lights Out) como una nena que presenta síntomas de un proceso involutivo en los humanos, y Steve Zahn (Dallas Buyers Club) como un comic relief que libera un poco de tensión en los momentos más dramáticos de una forma sutil y para nada forzada (cof cof aprende Marvel).
La técnica empleada en los efectos visuales es prácticamente perfecta y cada vez se desdibuja más la frontera entre lo real, lo mecánico y lo generado por computadora.
En síntesis, El Planeta de los Simios: La Guerra es un relato entretenido que hace gala de una inteligencia narrativa poco frecuente en los grandes tanques hollywoodenses de los últimos años. Si bien el film presenta algunos momentos predecibles, el resultado es un combo perfecto que aglutina acción, crítica social y un gran despliegue visual sin olvidarse de brindarnos personajes tridimensionales en un contexto pochoclero. Si pochoclo es lo que quieren, vayan tranquilos que los monos ofrecen todo lo que uno puede buscar en una sala de cine.