Películas temáticas, que subgénero difícil. Todos conocemos muchas películas que abordan exclusivamente un tema, tratando a la audiencia como si el tópico interesara a todo el mundo. Las hay en todas sus variantes: De economía, política, etc. Esta semana llega a la cartelera “Gold”, un film que trata sobre la minería, la búsqueda de minerales y lo que hay detrás de una excavación.
Si leíste esos párrafos y no estás convencido, ya sabés que la película muy improbablemente te cause alguna emoción u intriga y eso es lo que a mí me terminó pasando. El gran problema de “Gold” es que es una película gris: sin emociones, sin una trama que atrapa, y que si no fuera por Matthew McConaughey y Edgar Ramírez sería algo directo a DVD.
Su director Stephen Gaghan ya había trabajado otro tópico difícil como el del petróleo en “Syriana” (2005), y el resultado fue un film que pocos recuerdan. No me malinterpreten, tiene cosas a favor. La fotografía y dirección por momentos son muy buenos y ayudan un poco a la nota final. Lo mismo pasa con la música que acompaña muy bien por momentos.
Los actores están correctos, Matthew McConaughey es el que por supuesto más se destaca al personificar a un Kenny Wells muy abultado por el paso del tiempo, con esa pelada y panza. El trabajo de McConaughey es muy bueno por lo que hace con sus expresiones y la voz, ronca por momentos, para darle una identidad.
“Gold” podría ser una película pasatista si no fuera porque es muy aburrida. En sus dos horas de duración y, a pesar de estar basada en una historia real, no pasa nada y cuando ocurre las situaciones pasan a un segundo plano por lo poco conectados que estamos a la historia real. Nunca te llegás a preocupar por el destino de los personajes tampoco, porque nunca lograron atraerte.
No hay mucho más para decir, si te gustan los films con tópicos atípicos podrías darle una oportunidad, pero cualquier otro tipo de público debería avanzar con cuidado.
Puntaje: 2/5