1981. La empresa Washoe, una empresa que se dedica a la exploración de minerales, está en problemas. Kenny Wells es el hijo y heredero del dueño. Queda con el legado de continuar con la empresa. 7 años después esta en bancarrota, pero tiene un sueño, si bien es un fracasado hombre de negocios, cree que encontrando a un famoso geólogo y convenciéndolo de conseguir financiación para explotar una zona selvática de Indonesia, van a encontrar oro.
Y es una más de las películas en las que los socios se hacen ricos encontrando el preciado metal, cotizan en bolsa y son súper reconocidos por la sociedad.
Está basada en una historia real del escándalo minero de Bre-X de 1993, cuando se descubrió un deposito enorme de oro en la jungla de Indonesia y años después se supo que las muestran habían sido falsificadas. Matthew Mc Conaughey interpreta a Kenny Wells y Edgar Ramírez interpreta a Michael Acosta, el geólogo que emprende esta travesía junto a Kenny.
A pesar de la excelente actuación de Mc Conaughey, que a mi entender, salva la historia y junto a su compañero Ramírez, se llevan todo el peso de la historia, aunque la historia llega un momento que comienza a languidecer y el final que le encontraron no llega a sorprender en lo absoluto.
Una muestra del ¨Sueño Americano¨, de los chicos (y no tanto) que se vuelven ricos, de una inflada información que una vez descubierto el engaño, queda como una anécdota financiera más.
Con buena fotografía, fue nominada a los Globos de Oro por la canción original ¨Gold, el torrente dorado¨, y es un film pasatista más de los tantos que nos vienen enviando desde el norte a nuestras salas.