Una ambición tibia
"Gold" es una nueva película basada en hechos reales (algunos) que mezcla drama y aventura y que además nos trae como protagonista a un físicamente cambiado Matthew McConaughey.
La historia trata sobre la vida de un fallido heredero de una empresa norteamericana que extraía oro, Kenny Wells, y cómo este la fue llevando lentamente a la ruina hasta que un día, por perseverancia y un golpe de suerte, logró convertirse en uno de los zares mundiales del preciado mineral. A la gran hazaña la consigue junto a su socio circunstancial, el excéntrico geólogo Michael Acosta, interpretado por el actor venezolano Edgar Ramírez.
La trama se desarrolla en un dinámico relato que combina aventura con humor y momentos dramáticos.
La atmósfera del film está bastante bien creada por el director Stephen Gaghan ("Syriana", "Abandon") y logra mantener interesado al espectador. En general uno disfruta el viaje y el metraje avanza de manera fluida. Los problemas aparecen por el lado de la trascendencia del film, ya que en ningún momento llega a explotar y explicarnos de alguna forma la importancia de esta historia. Parece más una secuencia informativa de los hechos que se sucedieron con algún atisbo de pimienta distribuidos a lo largo del relato. Entretiene, pero no maravilla y al poco tiempo que uno ha abandonado la sala comienza a olvidar de qué se trataba "Gold". ¿Era una peli con críticas sobre el sueño americano? ¿Era una aventura acerca de la perseverancia y el karma?... La cosa se comienza a diluir.
Lo más destacable es la interpretación de McConaughey y la liviandad con la que fluye el relato. Lo menos interesante es justamente la historia de fondo que inspiró la película, que sobre el final tendrá una vuelta de tuerca que a muchos gustará y a otros les parecerá una forma forzada y un tanto torpe de hacer un cierre.