Isabelle Huppert es una actriz extraordinaria. Aquí hace todo lo contrario que en “Elle”: es una profesora de filosofía que pierde a su madre, su marido se va con otra y tiene que arrancar a vivir, casi, de nuevo. Y Hansen-Love, que es de lo mejor que tiene el cine hoy, en lugar de caer en lugares comunes, muestra una vida con sus tristezas y sus alegrías, y la Huppert entiende el juego y se presta a traer al espectador a un lugar luminoso. Imperdible.