Es imposible no trazar comparaciones entre El Potro, Lo Mejor del Amor y Gilda, no me arrepiento de este amor. Son patentes las similitudes entre las carreras de Miriam Alejandra Bianchi y Rodrigo Bueno, de ascenso meteórico como figura de la música tropical y muerte temprana en un accidente automovilístico en plena cresta de la ola, pero la directora de ambas, Lorena Muñóz, se encarga de reforzarlo al hacer dos biopics muy parecidas. El mismísimo título anticipa paralelos que se mantendrán con la estructura clásica de film biográfico musical, su exceso de recitales, su placa dedicatoria del final, la canción ominosa que anticipa el final del protagonista y más. En su resultado, la película de Rodrigo queda lejos de la de Gilda, original y con la carismática Natalia Oreiro al frente en el papel de su vida. Y si termina en una nota positiva es, fundamentalmente, por la propia música del cuartetero cordobés, que como demuestra desde hace casi dos décadas es capaz de levantar cualquier fiesta.