Atrapantre relato sobre la crisis finaciera
Si algo llama la atención en este sólido relato de J.C. Chandor es la inquietante historia (nominada al Oscar por su "guión origina" en la última entrega de los Premios Oscar), ambientada en el arriesgado mundo de las finanzas.
Lejos de ser tediosa, la trama se convierte en un verdadero hallazgo (hasta los personajes piden "simplificar las cuestiones técnicas" para entender lo que sucede) que pone en jaque a un grupo de empleados de un banco de inversión durante las veinticuatro horas previas a la crisis financiera de 2008.
Todo parece marchar sobre rieles en un mundo frío dominado por los números y las decisiones rápidas hasta que un jefe (un impecable Stanley Tucci) es separado de sus funciones. Antes de partir deja a Peter Sullivan (Zachary Quinto, el Spock de Star Trek), un analista principiante, información que podría probar la cáída de la empresa, hecho que genera el caos en las diferentes cadenas de mando y de los empleados que podrían ir directo a la calle en cuestión de horas.
El precio de la codicia (Margin Call) echa luz sobre las consecuencias de la fragilidad laboral, la soledad, el trabajo en grupo y lo prescindible que resultamos como empleados o piezas de un "extenso rompecabezas".
Entre ejecutivos que responden a una cadena interminable de superiores, desfilan por la pantalla actores de renombre en roles realmente destacados: Kevin Spacey, un hombre que hace más de treinta años que pertenece a la empresa y cuya vida personal tambalea debido a su perra enferma; Jeremy Irons, quien representa a la "cima" del poder y de las decisiones; Penn Badgley, como otro de los principiantes; Demi Moore, una inescrupulosa mujer de negocios, y Paul Bettany. Todos impecables en los roles que les tocaron en suerte.
Un relato convincente en sus diálogos, en la creación de sus climas, en la mención de cifras millonarias y en la fragilidad de las personas que sucumben en momentos decisivos.